Terapia de memoria

La nueva novela de Pedro J. Bosch analiza los pensamientos y enfermedades físicas de un personaje setenta, edad que coincide con la edad del autor, aunque no es una historia autobiográfica.

Para Manuel Acedo, el protagonista de «No creo que vuelva», escribir es una especie de terapia para apoyar la idea de que su fecha de caducidad está muy cerca. Luego repasa su historia familiar, con un padre abandonado tras un escándalo amoroso para mudarse a otra ciudad, y su vida sexual, limitada a sus buenas relaciones con su difunta esposa Etelvina y una relación de infancia con una atractiva mujer mayor que vivió su noche. individual.

En las novelas de Bosch, el amor primero suele dejar profundas cicatrices en los personajes, y «no creo que vuelva» no es una excepción. Manuel Acedo recrea la relación amorosa con Gloria en sus últimos recuerdos a pesar de que su vida amorosa con su esposa siempre fue satisfactoria para él.

Siempre creyó que era igual de feliz en su vida como pareja hasta que accidentalmente descubre algunos papeles en los que Etelvina imita la historia de amor con otra persona. La sobrina de Manuel Acedo lo ayuda a interpretar los maravillosos escritos de su difunta esposa. Pero los cuernos después de la muerte no deberían ser fáciles de digerir.

Como de costumbre, Pedro J. Bosch utiliza la herramienta del cómic para animar sus historias. Con siete novelas detrás y muchos artículos periodísticos, el autor conoce bien el «oficio» y sabe cómo mantener la atención del autor. Su carrera y su habilidad para contar historias son sólidas, por lo que está casi seguro de que, a pesar del título de su último trabajo, Bosch ya tiene ideas de regreso.

No creo que vuelva

Pedro J. Bosch

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157 paginas