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‘Lo que satura Menorca en verano es tener infraestructuras de los años 80’.

En las elecciones generales ganó el escaño de senador, del que dimitió por motivos personales. ¿Será capaz de impresionar ahora?

-No quiero echar las campanas al vuelo, quiero contar con el apoyo del pueblo. Fue una gran satisfacción conseguirlo entonces, pero dimití cuando vi que no podía hacerlo con el trabajo y la dedicación que quería. Por encima de todo, un político debe ser honesto, y creo que yo lo fui al no aferrarme al cargo.

Y si necesitan a Ciudadanos o a VOX para gobernar, ¿qué condiciones pondrán?

-Mi condición es que hay que defender Menorca. Le he pedido a Marga Prohens que, cuando sea presidenta, se nos trate con justicia y equidad, como nos merecemos. Nunca aceptaré que los pactos favorezcan a una isla a costa de otras. No podemos seguir relegados, como lo hemos estado durante los últimos ocho años.

Dame tres razones para darles la alternativa y enviar el Pacte de Progrés a la oposición.

-La primera es que gestionaremos para el pueblo, no según ninguna ideología. La segunda es que lo haremos en equilibrio entre la economía, la sociedad y el medio ambiente. Y tercero, que habrá pluralidad de proyectos e inversiones. Con hechos y no con exageraciones. Estamos tan preocupados por el agua y el medio ambiente como cualquier otra persona. Y los partidos que ahora anuncian medidas para mejorar el agua nos han dejado en la peor situación de Baleares, a pesar de ser la isla con más precipitaciones. El ecologismo no es esto. Es gobernar con hechos y credibilidad.

Se anuncia el inminente traspaso de la gestión al Consell.

-Cuando Adolfo Vilafranca sea presidente, garantizará que esté bien dotado. No podemos pedir que se nos transfiera sin tener un plan integral que garantice el tratamiento terciario en las depuradoras, la mayor reutilización y la recarga de las aguas subterráneas. No podemos seguir vertiendo agua sucia al mar.

¿Afirmas que el ecologismo no es patrimonio exclusivo de la izquierda?

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-Nunca lo ha sido. La Reserva de la Biosfera fue promovida por el PP y el amor a la tierra no es exclusivo de nadie. Los ecologistas más auténticos son los habitantes del campo. Pero ya ves, los que nos gobiernan ahora quieren poner boyas para controlar la posidonia en la Illa de l’Aire cuando no han hecho nada en cuatro años. Más hechos y menos palabras.

La Ley de Reserva permitía al Consell restringir la entrada de vehículos y no lo hizo. ¿Cuál es tu solución contra el colapso?

-No se puede limitar la entrada de coches sin tener antes un informe técnico que mida la capacidad real de la isla y un plan de gestión que nos diga cómo regularla. Menorca no está masificada en verano, sino saturada. Y esto es así porque tenemos las mismas infraestructuras de carreteras, aparcamientos y agua que en los años 80, cuando pasamos de 70.000 a casi 100.000 habitantes.

Entonces, ¿no estás a favor de limitar las admisiones ni siquiera en julio y agosto?

-Es necesario adaptar las infraestructuras a las necesidades reales. Y en el caso de la carretera, reformarla, sin convertirla en autopista, significa anteponer la seguridad a la turismofobia. No podemos tardar más de una hora y cuarto, en verano, en cruzar la isla desde Maó a Ciutadella. Puedes decirme que fue un sacrilegio medioambiental construir el puente de La Argentina. En cambio, el parque solar de Son Salomó es una bofetada al medio ambiente. Lo mismo ocurre con las playas vírgenes donde sólo pueden aparcar un centenar de coches y cuyo acceso sólo es posible con un miserable servicio de autobuses lanzadera. No se puede invocar al medio ambiente con medidas que luego resultan ser una farsa. El color político no debe prevalecer sobre el interés general.

Ahora todo el mundo quiere facilitar urgentemente el acceso a la vivienda. Con los precios por las nubes y las casas que sólo se alquilan de octubre a junio,…

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-Lo primero que hay que hacer es luchar contra el turismo ilegal. Pero respetando el derecho de todos a alquilar un piso o una casa que pueda darles ingresos. De hecho, muchas personas no alquilan por inseguridad jurídica, y esto no puede ser. También es necesario luchar contra el discurso hipócrita de la izquierda, que a través del PTI ahora reduce en una planta la altura máxima de los edificios en las ciudades, contribuyendo así al aumento del precio de la vivienda. Contra esto, abogamos por bajar el impuesto de transmisiones patrimoniales y reducir los impuestos de alquiler, facilitando la compra, bajando los precios y desincentivando la especulación. Además, siendo realistas, sin una colaboración público-privada, la administración no podrá construir todas las viviendas sociales necesarias. Por eso proponemos que las empresas constructoras puedan construir a precios inferiores a los del mercado, controlando sus beneficios y ayudando así a los grupos más vulnerables: familias numerosas, monoparentales y personas dependientes o discapacitadas.

Sus prioridades sociales no parecen tan alejadas de la izquierda.

-Bueno, ahora se están incorporando muchas medidas que la izquierda llamaba populistas. Los más laxos han sido Armengol y sus socios. Pero también Ciudadanos, que casi nos plagian. Sólo hace falta pintarlo de azul. Pero es mejor así. En caso de gobierno, será más fácil llegar a un acuerdo.

¿Un llamamiento indirecto al voto útil?

-Somos la única alternativa liberal y centrista que puede defender a todos los menorquines por igual. Los ciudadanos exigen soluciones, no prohibiciones….

Y para profundizar en el tema aquí la fuente

Periodista en Gaceta Balear
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Martina Rodríguez es periodista española nacida en Mallorca, España, en 1965. Comenzó su carrera trabajando como reportera local para el Diario de Mallorca. En 1993, fue contratada por el periódico nacional El País, donde trabajó como corresponsal en la oficina de Madrid. También ha trabajado como periodista independiente para varias publicaciones, incluyendo El Mundo y The Guardian. En los últimos años, ha sido colaboradora habitual de la revista online Gatopardo.

Rodríguez está considerada como una de las principales periodistas españolas. Ha ganado varios premios por su trabajo, entre ellos el Premio de la Asociación de la Prensa de Madrid (2003) y el Premio Nacional de Periodismo (2007). En 2010 recibió el prestigioso Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Rodríguez también ha participado activamente en la promoción de la libertad de prensa y la libertad de expresión en España. En la actualidad colabora con el diario de las islas baleares: Gaceta Balear.

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