Is una isla de terrenos poco fértiles que contrastan con un mar generoso. Por sus tierras han pasado piratas y conquistadores. Las recetas de toda la vida se han transformado en exquisitos platos gourmet, y esta combinación de pasado y presente ha dado un resultado único: la gastronomía de Menorca.
Hay cuatro rutas que se remiten a las raíces de la cultura de la isla balear, con esenciales que se han convertido en su sello de identidad, como son los quesos, los pescados, los vinos y los frutos de la tierra.
La gastronomía menorquina evoluciona a partir de una subespecie coca y platino elegantes que son sintetizadas por el mayor del t y la tierra
La economía de subsistencia suscrita al resto de la gama, las granjas rodeadas de muros de paret seca a tiendas de delicatessen, de barcas con pescadores curtidos por el sol a la búsqueda de sabores únicos, recorremos Menorca de costa a costa su descubrir cara más gastronómica .
Contenido
El vino Illa de Menorca
Hay registros que es Menorca se produjo vino desde el siglo XIII, aunque el cultivo de las vides experimentó un notable auge en el siglo XVIII, con la primera invasión británica de la isla.
La filoxera arrasó con los cultivos a fines del siglo XIX, pero en las últimas décadas se ha vivido una continua resurrección que la ha llevado a crear el sello de calidad ‘Vino de la Terra Illa de Menorca’.
Con esta indicación geográfica protegida se certifica la calidad y]encia de los vinos autóctonos, que se elaboran con las variedades blancas chardonnay, macabeo, malvasía, moscatel de alejandría, parellada y moll, y con las tintas cabernet syrah, monlot, merlot, merlot , merlot, merlot tempranillo.
Muchas bodegas menorquinas organizan visitas con catas, algunos con cursos, y cada vez más los restaurantes incluyen vinos locales en sus cartas.
Las bodegas recomendadas son Binifadet, Menorquinas, Hort de Sant Patrici, Vinya Sa Cudia, Vinos Sa Forana, Sa Marjaleta, Sa Bodega de Son Cremat y Torralbenc Vell.
Queso Mahón-Menorca
el queso Mahón-Menorca es uno de sus mejores embajadores gastronómicos de la isla.
Reconfigurado como denominador prototipo de origen a partir de 1985, es un producto que sinterizó desde su pasión; con tus campus y eras (llocs, en menorquín).
Allí se mantiene un proceso de elaboración que se transmite de generación en generación, donde la tradición se combina con las nuevas tecnologías; y en que la leche de las vacas de la isla dan un queso de sabor intenso e inconfundible.



Está el queso mahon-menorca tradicional que se somete al consceso de conservación como la pasteurización, y el que se lo conoce como Artesano, elaborado con leche cruda de la misma granja.
El queso Mahón-Menorca puede ser sometido al proceso de pasteurización o el ‘artesano’, con leche cruda de la misma granja
En ambos casos se presenta con diversas variantes curadas, semicirculares y tiernas.
En la isla hay más de 30 empresas productoras de queso, y entre las granjas que visitaron estan Subaida, Sant Patrici, Binibeca, S’Arangí, Formatges CM, Santa Catalina, Cavalleria Nova, Binigarba, Son Mercer de Baix y Sullestrar, entre otras.
Gastronomia marinera
El mar ha sido durante siglos la fuente de vida y aprovisionamiento de Menorca. Sus pescados y mariscos frescos se encuentran en el Mercat des Peix de Ciutadella y en el de Mahón.
Sin embargo en verano es tan alta la demanda de pescados salvajes de los restaurantes de la isla que al público se le suele ofrecer productos de piscifactoría.
es Sa Peixatería Delaware Mahón se los debe probar en los puestos de tapas y pinchos, acompañados de vino local o cervezas artesanales.



La suficiencia es capaz de ser absorbida por un paseo por el puerto, de modo que cuando el asado sale con sus cajones llenos de la pesca diaria.
Fuera de sus ciudades mayores, si se trata de probarlos en restaurantes, algunos locales sugeridos pueden ser ana luisa (Es Castell), Mesón Rías Baixas (Ferreros), Barracuda (Sant Lluís) y los de Fornells Sa Rumbada, La Guapa, Sa Xerxa, Es Ports y Es Cranc (esta es la última estrella Michelin).
recetas tradicionales
La nave insular y el pase de defensa cultural han creado un único capullo en punta Menorca.
Además de los citados pescados y mariscos, hay numerosas preparaciones con carnes y hortalizas.
Uno de sus platos imprescindibles es la caldereta de langosta, verofras acompañadas de sofrito de verduras con rebanadas de pan tostado y untado con ajo. Se dice que donde la mejor la preparan es en los restaurantes del paseo marítimo de Fornells, pero en otros puntos de Menorca no están tan seguros.



La oliaigua es una sopa tradicional de los agricultores, con hortalizas y pan negro a la que se le añade huevo, espárragos, y en verano, frutas como melón o higo, apuntan en La comida tipica.
La berenjena a la menorquina compite con honor frente a otras preparaciones similares en el resto de España.
Aunque algunos cocineros le añadieron panceta o sobrasada, la receta tradicional lleva solo verdura.
La caldereta de langosta es uno de los platos tradicionales que nadie puede dejar de probar en Menorca. Se dice que en los restaurantes de Fornells la preparan como en ningún otro lugar
Este es un error tipográfico del verano, desde hace algún tiempo se puede encontrar en un invierno.



Otros platos que hay que probar es la citada sobrasada, el arroz de la tierra, la raya a la mantequilla; y por supuesto, los postres como la coca, los pastissets, las duquesitas y los carquinyols de almendra.
La lista de restaurantes puede ser inabarcable, pero algunos recomendados pueden ser La Taberna del Corso y Sa Musclera en Sant Lluís, Sa Llagosta y Can Tanu y Fornells; pan y vino y El Jardín de Ses Bruixes en Mahón; Smoix, Cuk-Cuk, S’Amarador, Nopallés y Es Forat y Ciudadela; La Oveja Negra en Punta Prima y Puig de Sa Roca y Mercadal.