Los cuatro pisos ocupados ilegalmente Hasta la fecha, nueve personas de origen español, dominicano y colombiano viven allí desde principios de año. Entre ellas hay una joven dominicana embarazada de cuatro meses. Las cuatro viviendas son propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria. SA (Sareb), el llamado banco malo. La Sareb había comprado 46 de los 50 pisos de nueva construcción terminados en 2013, cuando sus constructores se vieron afectados por la crisis financiera.
Siete empleados de esta empresa de desempleo con sede en Palma. viajaron a Menorca el lunes por la noche y empezaron a trabajar el martes por la mañana temprano. Con la autorización por escrito de la comunidad para actuar como «porteros» en las distintas entradas del edificio, comprobaron la identidad de todas las personas que entraban en el edificio. «Si son propietarios o tienen un contrato de arrendamiento nos comportamos como cualquier conserje encargado de vigilar las zonas comunes, pero si no pueden demostrarlo, se les informa de que deben abandonar la propiedad y, cuando lo hacen, no pueden volver», explica. Sergio Cacho, director de grupo de profesionales de la isla.
Por tanto, es un desocupación indirectala primera en Menorca realizada por una empresa especializada, sin que el juzgado tuviera que intervenir porque los «porteros no tienen acceso a los pisos sino que montan guardia fuera como si fueran guardianes de la escalera.
Aceptación resignada
Los trabajadores afirman que desahucio se desarrolló con cierta calma, «la mayoría de los okupas colaboraron con elporque saben que tarde o temprano, de una forma u otra, tendrán que irse», dice Cacho.
Sin embargo, han grabado momentos de tensión martes hacia las 15.00 h, cuando se dijo a los ocupantes de uno de los pisos que si salían no se les permitiría volver a entrar. Varios amigos intervinieron y entraron en el edificio gritando a los empleados de la empresa. El se solicitó la presencia de la Policía Nacionalque identificó a algunas personas e incautó un cuchillo de grandes dimensiones y una navaja, pero no efectuó ninguna detención.
Uno de los empleados de la empresa recibió el el impacto de un vaso en la parte trasera, explicó el gerente, aunque no se presentó ninguna denuncia. Hubo gritos en la entrada y discusiones entre los propios ocupantes, que acabaron abandonando el local.
Durante este miércoles vaciaron otro de los pisos ocupadosmientras que el cuarto, también okupado, al parecer no estaba ocupado por nadie y, por tanto, los propietarios podrán recuperarlo. Los otros dos fueron desalojados el martes, tras un anterior firma y entrega de llaves de los okupas que vivían allí a los directivos de la empresa, que así completaron el trabajo para el que habían sido contratados.
Un okupa se rompe un pie y afirma que fue un empleado quien le empujó.
Uno de los okupas del primer piso del bloque 12 afirmó este miércoles que la acción de uno de los empleados de la empresa le tiró de la terraza del piso. «Me agarró por el brazo y caí, de modo que me fracturé el pie y el otro está dañado», explica. Tiene el informe médico y presentará una denuncia «cuando pueda andar». Señala que la dejaron en la calle, aunque espera poder recoger sus pertenencias. Vivía en el piso, a veces con sus dos hijos menores, y con su pareja, cuyo mujer está embarazada. «Nos intimidaron y amenazaron, y no me ofrecieron nada a cambio», se queja.
Las claves
Las cuatro propiedades ocupadas pertenecen a Sareb.
Degradación del edificio y molestias continuas.
Los propietarios tardan 48 horas en volver.