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Breivik dice ser nazi a pesar de las críticas a la violencia

Anders Behring Breivik, que asesinó a 77 personas en Noruega en 2011, levantó la mano ante el tribunal como los nazis en una audiencia para intentar obtener su libertad condicional en la que dijo que condenaba la violencia mientras proclamaba su fe en el nacionalsocialismo. «Condeno la violencia y el terrorismo y los objetivos del manifiesto» que publicó en 2011, cuando entró en una convención de la Juventud Socialista con armas automáticas tras detonar explosivos. Pero como ha dejado claro, «esto no significa que no siga luchando por la victoria del nacionalsocialismo en Noruega y Occidente», dijo en un comunicado judicial.

Breivik entró en el gimnasio de la prisión de Skien, donde cumple su condena y donde se lleva a cabo el juicio por motivos de seguridad, haciendo la cortesía nazi, como ha hecho en otras comparecencias anteriores. Los nazis noruegos, de 42 años, también desplegaban una bandera en la que se podía leer en inglés: «Alto al genocidio contra las naciones blancas». En su comparecencia Breivik ha asegurado que se radicalizó a través de internet y que «lavado de cerebro»Y atribuyó la culpa de los atentados a quienes contribuyeron a ese proceso.

El tribunal de Telemark (al oeste de Oslo) fijó tres días para las audiencias procesales aceptadas por los nazis noruegos una vez que el tiempo mínimo de sentencia fijado en su contra en su día, una especie de prisión incierta para presos peligrosos, aunque las perspectivas de su liberación son nulas. Breivik fue sentenciado a 21 años de prisión, la pena máxima impuesta por la ley noruega en ese momento, y parece estar puede equivaler a cadena perpetua, porque puede prorrogarse indefinidamente, aunque el residente tiene derecho a revisarla periódicamente.

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La fiscalía ya se ha opuesto a la solicitud hace unos meses, apelando que tiene existe un peligro real de que pueda repetir actos delictivos gravesPor lo tanto, el tribunal debe ahora resolver el asunto. Breivik plantó una camioneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo el 22 de julio de 2011, matando a 8 personas. Luego se mudó a Utøya, una isla que es el sitio del campo de trabajo juvenil anual, donde ejecutó a muchas personas a las que consideraba defensores del multiculturalismo y una amenaza para Noruega durante poco más de una hora.

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