Este mes de julio se inician unas esperadas obras en la finca Concepció de Fornells, que permitirán volver a fabricar sal en el año 2023, si todo sale según lo previsto, en la salina más antigua de Menorca. Un proyecto que no solo recuperará íntegramente el funcionamiento de las salinas para facilitar el sistema de extracción artesanal, sino que permitirá la preservación de los valores ambientales de esta zona altamente protegida de la isla en un afán por promover lograr una explotación sostenible. Detrás de esta iniciativa que raya en la filantropía está la pareja suiza Rémy y Verena Best, quienes adquirieron la finca en 2018 y tuvieron que esperar más de cinco años para recibir el acta de reconsideración administrativa relacionada con la Frontera Costera. La recuperación patrimonial de las Salinas de la Concepció es una importante inversión.
TRADICION. La tradición minera de la sal en Menorca se remonta a finales del siglo XVIII con varios ejemplos repartidos por todo el territorio como las salinas de Tirant, Mongofre, Addaia o Punta Prima. La actividad artesanal de las salinas de Concepció, situadas en el interior del puerto de Fornells, se desarrolló durante más de un siglo, de 1853 a 1984, y no fue hasta 2012 cuando la familia del alcalde hizo el primer intento de recuperación y comercialización del alcalde. una flor de sal extraída de los cristales de forma artesanal. Seis años más tarde, el ginebrino Rémy Best adquirió esta magnífica finca de 45 hectáreas con el objetivo de culminar las obras iniciadas y recuperar definitivamente este espacio patrimonial. Para preparar el proyecto, el filántropo suizo contó con el asesoramiento profesional de Jean Michel Pelin, el célebre experto francés y autor de la restauración de las salinas de la Ile de Ré, la isla costera francesa situada en el Atlántico, cuya innovación le sirvió treinta años. hace espinilla. como inspiración para la industria de la sal marina en las cuencas de Guérande, Noirmoutier y el Mediterráneo por su enfoque de la sostenibilidad. También con el asesoramiento del GOB, teniendo en cuenta la peculiaridad de las salinas de Fornells de formar parte de un Espacio Natural de Especial Interés y también el hecho de que hayan sido declaradas Lugar de Interés Comunitario con especial protección para las aves. Para completar el equipo, Guillem Casas entró como director ejecutivo, con experiencia previa en proyectos similares como las salinas de es Trenc en Mallorca. Finalmente, y tras un largo proceso, en mayo llegó la aprobación de la Frontera Litoral así como de Medio Ambiente del Govern Balear.
PROYECTO. En las obras que comienzan este mes, según ha confirmado Guillem Casas, se espera que se sequen las parcelas ubicadas en las seis hectáreas de sal marina artesanal. La instalación se ha deteriorado por falta de mantenimiento, por lo que es necesario reconstruir su presa principal de contención, nivelar el fondo, reparar paredes de material suelto, construir compuertas niveladoras, cristalizar, así como instalar tuberías eléctricas. Siguiendo los criterios de actuación establecidos por el proyecto aprobado, los trabajos se realizarán con equipos semimecánicos en las áreas condensadas accesibles y manualmente en el resto. Los muros de piedra serán reconstruidos por artesanos y las piedras se colocarán a mano sin el uso de plásticos ni hierro. “Es un proyecto respetuoso con el medio ambiente y sostenible desde la fase de reconstrucción, así como la explotación posterior”, explica Casas. La Concepción sigue siendo una pequeña mina de sal y estiman que podrían producir cinco toneladas de flor de sal al año y de ocho a diez toneladas de sal marina natural de alta calidad. La flor de sal es la primera capa que se forma en la superficie del agua y es muy apreciada en el mundo gastronómico porque tiene una menor concentración de cloruro de sodio pero, por otro lado, mantiene todas las propiedades minerales del producto. Es por esto que todo el proceso de producción de la sal debe ser hecho a mano con métodos tradicionales. Cabe recordar que la recolección de sal es solo de junio a septiembre, los meses más calurosos y cuando hay más evaporación. El resto del año los barcos están inundados. Con el viento seco del norte, la cristalización de las escamas es grande, pero los vientos húmedos del sur dejan menos sal. El objetivo de los impulsores del proyecto es tener en marcha la producción de sal para comercializarla a partir del próximo año si va bien.
BIENES. Recoger la sal de forma sostenible, comercializarla a través de envases reciclables libres de plástico y venderla en la propia isla son parte de los principales objetivos. “Cada semana estamos recogiendo el plástico que llega a los muelles y por eso es necesario concienciar a la sociedad de que debemos cuidar nuestro entorno y el medio ambiente, porque lo que gastamos nos exige la vida”, explica Guillem Casas. Otro aspecto de la inversión es el proyecto agrícola que rodea la extensa finca. En ese sentido, en el momento en que decidieron ser parte del proyecto de Conservación Agrícola que impulsa el GOB al firmar un convenio en el que se comprometieron a adoptar prácticas agrícolas sustentables que abarcan temas como el manejo del ganado para que sea indígena, el desarrollo de cultivos que den prioridad a los abonos orgánicos o el respeto a los elementos naturales y culturales que pueda haber en la finca, entre otros. “Proponemos una agricultura regenerativa que nace de la necesidad que todos tenemos de renovar la tierra y que busca no solo acabar con el uso de productos contaminantes sino que se sigan aplicando los principios de la permacultura para la remineralización del suelo, la planificación eficaz del pastoreo o un mejor aprovechamiento del agua”, dice. Mejor Rémy.
COMERCIO. Actualmente se están configurando los planes de comercialización de la flor de sal y de los productos agrícolas que puede generar la finca. “Ya se ha creado una marca y un diseño de envoltorios cerámicos con claras señas de identidad local”, explica Guillem Casas. “También estamos trabajando en la lista de precios donde queremos distinguir una ventaja hacia los residentes para que puedan comprar sal de Menorca en condiciones ventajosas”, señala. “El objetivo es lanzar el producto en la primavera de 2023”, dijo.
El creciente interés por los productos locales y el hecho de que Menorca será Región Gastronómica Europea en 2022 son dos factores a favor de proyectos de estas características que empiezan a surgir tras muchos años de espera y que arrancan en julio de este año. .