El Archivo del Consell de Formentera publicaba ayer por la mañana a través de una nota de prensa que se han encontrado dos nuevos documentos de gran importancia histórica para la isla, fechados entre 1743 y 1804.
Según confirmaron fuentes de la máxima institución oftalmológica Periódico de Ibiza y Formentera Fueron adquiridos recientemente en la librería de antigüedades de García Prieto, en el número 123 de la céntrica calle Alcalá de la ciudad de Madrid por 610 euros.
Entre ellos, como explicó a este diario el reputado historiador y técnico de Patrimoni Cultúir en el Consell de Formentera, Antoni Ferrer Abárzuza, la reivindicación martiana de la isla de Formentera se recoge bajo el interesante título de Relación de méritos, grados y literatura del doctor Francisco Martí.
historia de la película
De hecho, la historia que precede a la reivindicación casi podría dar el guión de la película.
Francisco Martí era muy conocido en esa época. No en vano, como puede leerse en la primera página del documento, se define como «el doctor Francisco Martí, natural de la isla de Iviza, de cincuenta años» y como alguien que «realizó sus estudios mayores y menores en la escuela . y en los Estudios Generales del Ayuntamiento de Gandía, cursando Jurisprudencia Civil y habiendo obtenido los Títulos de Licenciado y Doctor en esta facultad el veintiocho de diciembre de mil setecientos diecisiete.
Además, su currículum hasta entonces era impresionante, pues según sus palabras era, entre otros cargos, «ponente de la Real Audiencia de Mallorca, Asesor de la isla de Iviza por nombramiento de Don Martín Bernardo de Ossorno y Herrera, Político y Gobernador militar de la misma, y letrado del Ayuntamiento de la Isla de Iviza».
Según Ferrer Abárzuza, tal y como muestran sus documentos obtenidos por el Consell de Formentera «siempre pretendió demostrar con hechos y pruebas que era descendiente directo de Joan Martí, procurador real ibicenco hecho por el rey Alfonso V de Ibiza en 1454 Aragón . , conocido como Alfonso el Magnánimo, quien donó una cuarta parte indivisa de la isla de Formentera, hasta ahora deshabitada.
Una donación que, sin embargo, no estuvo exenta de condiciones ya que, como explicó ayer el destacado historiador, «estaba acompañada de la obligación de construir una veda para favorecer la repoblación en la isla de Formentera y la prohibición del comercio con la sal que pudiera ser allá. producido en la isla.
Por desgracia para Joan Martí y sus descendientes directos, aquella donación de Alfonso V nunca se hizo efectiva ya que, según explica Ferrer Abárzuza, el rey decidió devolverla un año después al encontrar oposición inicial los órganos que regían la vida de las Pitiusas i. . esos años, como los miembros de la Universidad «que veían directamente amenazada su influencia y los enormes privilegios comerciales que obtenían con la sal que se producía en Ibiza».
gran importancia
Casi doscientos años después, la cuestión volvió a cobrar actualidad por la demanda del doctor Francesc Martí.
En este caso, Abárzuza ha declarado que los documentos obtenidos por el Consell de Formentera “son muy importantes desde el punto de vista histórico porque se pueden leer perfectamente todos los argumentos que Francesc Marí utilizó varios siglos después para defender su pretensión”.
Tanto es así que, según el historiador ibicenco, “son importantes para conocer cómo fueron las preguntas que se formularon a algunos testigos en ese momento, en distintos lugares de la ciudad de Dalt Vila como su casa particular donde se pretendía la misma arma. , o los nombres de algunas de las personas que en su momento declararon o tuvieron cargos relevantes y firmaron los cargos que ostentaba Francesc Martí».
Permite saber si hubo o no determinadas construcciones, porque entre las preguntas que hace el actor se encuentra, por ejemplo, una torre construida por su antepasado en la zona de S’Espalmador y «de la que ya se está hablando». en torno a los mapas trazados por el ingeniero militar Juan Bautista Calvi, y en los que aparece casi destruido y deshabitado».
Finalmente, Francesc Martí no logró su objetivo y su reivindicación cayó en el olvido, tras la isla de Formentera en manos de los descendientes de Marc Ferrer y Antoni Blanc. Pero esa es otra historia.