En la distancia, llegando al puerto, a casa Ibiza se eleva como si fuera un tejido urbano en espiral que se convierte en una catedral coronada Sobrinos de Santa Maria de las.
Su muralla fue refugio de piratas e invasores, y el interior es un verdadero museo al aire libre, con huellas de los pueblos que pasaron por la isla, desde fenicios y cartagineses hasta romanos y musulmanes, hasta el siglo XIII. corona de Aragón.
El puente levadizo Umbral para tablas, al igual que Nuevo portalSon dos puntos de partida sugeridos para perderse por los callejones de Dalt Vila, donde la vida más viva se desarrolla en las plazas de la Vila y Sa Carrossa, así como la Calle de la Virgen, que es una auténtica babel cosmopolita.
Los historiadores estarán encantados de visitar el Museo Arqueológico, ver las iglesias de Santo Domingo, el ayuntamiento de la ciudad en un antiguo convento, el castillo que se transformará en Parador de Turismo y el Centro de Interpretación Madina Yabisa.
Y sin olvidar la intensa agenda cultural a la que siempre se enfrenta Eivissa en el Museo de Arte Contemporáneo y el Puget Museo, que se suma a las numerosas galerías de artistas seleccionados Ibiza viviendo y creando, manifestándose en el Agencia de Estrategia Turística de las Islas Baleares.