Desde el pasado mes de marzo, Jesús Moril (Valencia, 1995) es el nuevo director de la ONCE en Ibiza y Formentera. Anteriormente, había realizado labores de coordinación en otras delegaciones de la Organización Nacional de Ciegos. Según confiesa, es discapacitado visual, aunque no necesita bastón ni perro guía, y llega a la isla cargado de buenas intenciones y objetivos.
Recientemente has sido destinado a Ibiza para dirigir la ONCE, ¿cuáles son tus primeras impresiones?
-Son buenas porque es una isla muy interesante, aunque es cierto que el problema del alojamiento me afectó porque los precios son altos. En cualquier caso, esto pesa menos que el destino en sí, que me gusta.
¿Con qué delegaciones te encontraste y qué necesidades pudiste identificar?
-Me pareció que está bastante bien, en el sentido de que llevamos mucho tiempo trabajando y seguiremos desarrollando en el futuro proyectos relacionados con la accesibilidad -tema en el que hemos avanzado mucho- o la inclusión de las personas ciegas y deficientes visuales en la sociedad. También trabajaremos en la educación o el deporte inclusivo y en un tema muy importante para nosotros, el empleo. Me gustaría detenerme aquí porque ahora mismo estamos aumentando nuestra plantilla y necesitamos vendedores. Para este trabajo debes tener una discapacidad mínima del 33%, estar en edad laboral y si te interesa puedes ponerte en contacto con nosotros y empezar a trabajar en la organización.
En 2022, la plantilla de Pitiusas era de unos 70 vendedores.
-Esta cifra se ha mantenido, pero necesitamos más personal, al menos contratar a 10 ó 15 vendedores más. El problema de la vivienda nos afecta a la hora de tener más trabajadores. Si alguien viene del extranjero y tiene que trasladarse, puede tener problemas. Además, puede haber falta de información y la estabilidad de un vendedor de la ONCE no es muy conocida. Es un trabajo muy positivo porque te permite estar en la calle, conocer tu barrio y a mucha gente, además de dar esperanza a la gente de que puede ganar un buen premio.
¿Puede haber alguna reticencia a la hora de convertirse en vendedor?
-Creo que en ese sentido ha ocurrido en el pasado, pero ahora me gusta pensar que ya no ocurre, aunque puede haber casos puntuales. La gente tiene que saber que una cosa es la afiliación a la ONCE, donde trabajamos con personas ciegas o deficientes visuales, y para ser vendedor tienes que tener cualquier tipo de discapacidad con un mínimo del 33%. Precisamente, otro de nuestros objetivos es proporcionar a los afiliados los mejores servicios sociales, que es la razón de ser de la organización. Queremos que los afiliados tengan apoyo psicosocial, con psicólogos o técnicos de rehabilitación que les enseñen a volver a casa y a conocer el camino. También queremos que aprendan a utilizar un bastón o a hacer actividades en su tiempo libre. El objetivo es proporcionar a nuestros afiliados servicios de la mejor calidad. Actualmente tenemos unos 130 afiliados.
¿Has notado alguna diferencia importante entre las delegaciones peninsular e ibicenca?
-La forma de trabajar, aparte del volumen de usuarios, es similar. En Ibiza hay muchas posibilidades porque la isla tiene muchos servicios y un gran potencial para realizar muchas actividades con nuestra gente.
Respecto a la accesibilidad en los núcleos urbanos de la isla, ¿crees que aún queda mucho trabajo por hacer?
-Trabajaremos junto con el político y las instituciones para seguir avanzando en este tema, que es fundamental. Sé que se han hecho cosas, pero aún queda trabajo por hacer y queremos hacerlo juntos para avanzar, explicar nuestras necesidades y ponerles en nuestro lugar. En resumen, queremos sensibilizar para poder ayudar con toda la información posible una vez que se hayan puesto en marcha muchas cosas. El mundo tiene que adaptarse a nosotros y nosotros también intentamos adaptarnos al mundo. Somos un colectivo importante y tenemos que contar más con nosotros mismos y creo que la sociedad en general tiene que adaptarse a las diferentes discapacidades que existen para crear lugares más accesibles.
¿Cómo valoras el volumen de venta de cupones en las Pitiusas?
-Las ventas aquí son muy buenas y quiero aprovechar para agradecer a la sociedad ibicenca que siempre ha estado al lado de la ONCE entendiendo nuestra labor social, por lo que estamos muy agradecidos.
Otro de sus objetivos es aumentar el número de voluntarios.
-Sí, porque el tema es muy importante para nosotros. Es otro de los servicios que tenemos y animamos a los ibicencos a que hagan cualquier tipo de voluntariado, algo que puedan compaginar con su trabajo habitual. Hay voluntariado deportivo o llevar a la gente al médico. También está el voluntariado telefónico, porque hay mucha gente sola y una llamada de este tipo puede ayudar mucho.