Luis Rubiales pagó un viaje personal con un acompañante a Ibiza con la tarjeta de la RFEF.

Esto ocurrió en medio de la polémica suscitada por el beso del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas de la final de la Copa del Mundo Femenina.

Por otra parte, el presidente de la Federació Catalana de Futbol (FCF), Joan Soteras, afirmó que «se podría plantear una moción de censura» por parte de los presidentes territoriales si el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, no dimite la próxima semana.

En una entrevista concedida el jueves a ‘La Vanguardia’ y recogida por Europa Press, instó al Consejo Superior de Deportes (CSD) a conceder a la RFEF permiso para celebrar elecciones: «Necesitamos una fecha.

Preguntado por la asamblea en la que Rubiales se negó a dimitir, explicó que el presidente llamó a los presidentes territoriales antes del acto y ‘puso sobre la mesa el nombre de la persona que le sustituiría’, aunque no les comunicó su decisión.

«Fuimos con la convicción de que Rubiales dimitiría», dijo Soteras, que calificó la asamblea de esperpéntica y le instó a dimitir si quiere ser un buen ex presidente.

Respecto a las declaraciones de la portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, que cuestionó a Soteras como presidente de la FCF por su gestión del caso en el que el presidente de la RFEF besó sin consentimiento a la futbolista Jennifer Hermoso, Soteras reiteró que había sido elegido por el fútbol catalán y que no tenía intención de dimitir: «Yo no he matado a nadie.