La Conselleria de Salud del Govern balear aseguró ayer que el colapso registrado el pasado viernes y este domingo en las urgencias del hospital de Can Misses fue «un pico asistencial puntual», ya que la mayoría de los pacientes fueron drenados este lunes. También afirmó que durante el verano este tipo de situaciones son habituales, debido a la población fluctuante que aumenta cada verano en la isla de Ibiza.
Cabe recordar que el pasado viernes, una «afluencia masiva de usuarios», según los médicos del servicio, hizo que más de 80 usuarios se concentraran en las urgencias del hospital de Can Misses antes de las 15.00 horas de este viernes. Algunos tuvieron que esperar hasta siete horas para ser atendidos. El día anterior, a la misma hora, había 45 personas esperando. Según este periódico, el viernes pasado había cinco médicos en la sala de urgencias del único hospital público de Ibiza, una cifra que los profesionales médicos consideran insuficiente, ya que suele estar de guardia en invierno.
Para el Sindicato Médico Balear (Simebal), las explicaciones dadas por Salud no son suficientes para justificar lo ocurrido el pasado viernes. Según su portavoz en las Pitiusas, Carlos Rodríguez Ribas, el servicio de urgencias de Can Misses es uno de los que «falla» y se necesitan más médicos para atender a toda la población que puede acudir al hospital en caso de cualquier tipo de urgencia clínica.
En este sentido, el portavoz quiso destacar la importancia de la responsabilidad ciudadana a la hora de hacer un buen uso de un servicio como el de Urgencias, aunque otra cosa es que la dotación de personal sea insuficiente. «Últimamente está algo descuidado, cuando es necesario que haya más médicos de guardia y en todos los turnos», insistió el médico.
Rodríguez Ribas explicó que no es nada normal que lleguen hasta 80 personas al mismo tiempo a urgencias de Can Misses, y también se refirió al sistema de triaje que proporciona una asistencia inicial rápida. El problema surge cuando un paciente tiene que esperar hasta siete horas para ser examinado a fondo.
Para Simebal, «no hay duda» y la sala de urgencias de Can Misses debe ser uno de los servicios que se mejoren en un futuro próximo.
Colapso
Los profesionales del hospital explicaron a este periódico que fue la «avalancha» de pacientes lo que provocó las largas esperas del viernes, ya que en ese momento había suficientes médicos de guardia.
El problema de la falta de camas libres, como ocurre a veces cuando hay picos de presión, tampoco se produjo ese día. «Las camas no estaban sobrecargadas, al menos no de forma perceptible, porque no había muchos pacientes esperando para subir a planta», dijo el médico, que señaló que, sin embargo, los pacientes se amontonaban en los pasillos y en la zona de la puerta.
«En verano seguimos teniendo momentos y días de sobrecarga, pero no es como en febrero», explicó.
Por su parte, otro médico que trabajaba en el turno de tarde dijo a este periódico que había escasez de personal durante el servicio, ya que sólo cinco médicos trabajaban en urgencias.