Lo que más siento es que mi hijo no conocerá a su padre». Noemí Moral estaba embarazada cuando el padre de su hijo fue asesinado a puñaladas en Ibiza por otra mujer. La agresora era una chica de 18 años. Se acercó a la víctima a la puerta de su casa con un cuchillo en la mano en Ibiza, donde vivían los tres. Pinchó tres ruedas de su coche y, cuando el hombre de 31 años la reprendió por lo que estaba haciendo, se inició una discusión. Ella le apuñaló varias veces en el pecho. El agresor fue condenado a 12 años de prisión.
Cuando ocurrieron los hechos, era enero de 2019 y Noemí Moral dio a luz en marzo del mismo año. Desde entonces, el niño se encuentra en un limbo legal: no tiene padre declarado y no puede acceder a ningún tipo de pensión de orfandad ni a ayudas para víctimas de delitos. El caso de filiación lleva tres años sin resolverse en un juzgado de primera instancia, en gran parte pendiente de una respuesta del Instituto de Toxicología de Barcelona, que tiene que comparar las muestras de ADN del niño con las almacenadas del padre.
El retraso ha llevado a Noemí Moral a presentar dos quejas formales ante el Consejo General del Poder Judicial, la última esta semana, y otra ante el Defensor del Pueblo. En su última carta afirma: «Llevo todos estos años sin ayudas económicas ni prestaciones de la Seguridad Social. A este paso, la asesina cumplirá su condena y mi hijo seguirá sin tener la filiación que le corresponde. No tengo ayudas ni pensión de orfandad y la asesina come todos los días en la cárcel.
Insolvente
La mujer, que actualmente vive en Inca (Mallorca), afirma que la madre del fallecido está de acuerdo con el caso de filiación que se dirige formalmente contra ella. «Es la persona que más me ha apoyado y ha sido mi abuela desde Ibiza», Noemí se queja también de que a su madre «le han puesto mil trabas» para obtener algún beneficio como víctima. «Eloy (el fallecido) la ayudaba a ella y a sus hermanas». De hecho, los familiares directos no recibieron ninguna indemnización porque la condenada se declaró insolvente.
En septiembre de 2021, el tribunal solicitó al toxicólogo que realizara un análisis de ADN, la única prueba que se ha llevado a cabo en el caso. Desde entonces, el caso sigue pendiente a pesar de las numerosas cartas que intentan desbloquear la situación. «¿Qué podía saber Eloy que iba a morir? Quería tener un hijo, estaba muy ilusionado. Ahora he aprendido a estar sola», concluye Noemí Moral.
Agresión mortal
La agresión mortal se produjo a finales de enero de 2019 junto a la entrada del edificio de viviendas Don Pepe, inmueble en el que Eloy vivía desde hacía unos meses.
Según el relato de los hechos, la agresora (Sandra S.F) y la víctima mantuvieron una discusión en la que la joven dirigió varias amenazas al chico antes de pinchar las ruedas del coche del joven. Posteriormente, el tono de la discusión fue subiendo y, en un momento dado, la joven apuñaló a José Eloy varias veces en el pecho.
El joven quedó gravemente herido en el asfalto y la joven se escondió en un pinar cercano. La policía local de Sant Josep y la Guardia Civil acudieron a la urbanización situada en la playa de es Codolar. Los agentes localizaron y detuvieron a la chica, mientras que Eloy fue trasladado al hospital de Can Misses en estado crítico, falleciendo poco después ya que una de las puñaladas había afectado a órganos vitales.