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Ibiza, el paraíso de las colas y los atascos

El otro día pasé por delante de una de esas tiendas de recuerdos que aún puedes encontrar en cualquier esquina de Platja d’en Bossa, el barrio de la Marina o al principio de la bahía de Sant Antoni. Esas en las que parece que no ha pasado el tiempo: pulseras, collares, ropa imitando la moda Adlib, gorras, camisetas, sudaderas, bañadores y decenas de objetos decorativos que nunca sabes dónde poner y que llevan todos el nombre de Ibiza grabado. Y como gran tesoro, unas postales con fotos idílicas de las playas, calas y puestas de sol de la isla. Cuando las miré, me pregunté cuándo habían sido tomadas, porque en ninguna de ellas se veían playas llenas de tumbonas por las que hay que pagar una fortuna, ni decenas de embarcaciones de dudosa reputación ancladas sin preocuparse de nada más que de sí mismas.
Cuando las vi, también sentí nostalgia porque ya no enviamos postales o cartas a los amigos desde nuestros destinos de vacaciones, como hacíamos cuando éramos jóvenes, porque ahora todos preferimos, yo incluida, publicar una historia en una red social, haciendo pucheros, sacando fotos de cualquier cosa y de un mundo ideal para sentirnos integrados en la misma comunidad. Y también sentí nostalgia por no haber conocido aquella isla que se suponía que era tan guay y que ahora, nos guste o no, prácticamente ha desaparecido.
Así que, desde mi malestar, pensé en una alternativa. Luché contra el desánimo de pensar siempre en negativo y decidí aplicarme a mí misma el ejemplo de lo que suelen repetir esos expertos que nos dan consejos sobre cómo conseguir una vida feliz. Así que pensé que podíamos dar la vuelta a las postales e idear nuevas fotografías que reflejaran el aspecto de Ibiza en función de lo que encontrarán los turistas durante la temporada, que cada vez es más larga debido al ajuste estacional. Pensando y repensando, me di cuenta de que lo mejor sería fotografiar las interminables colas que se pueden encontrar desde principios de mayo hasta finales de octubre en casi toda la isla.
Creo que hay pocas cosas que nos representen mejor en estos meses y sean más auténticas que las interminables colas de coches en las entradas de cualquier pueblo importante de la isla, en la entrada de cualquier rotonda o simplemente cuando alguien intenta aparcar y no tiene mucha habilidad para meter su coche en el hueco. Casi ningún lugar se libra de esta atracción turística, aunque uno sea un lugar para el turismo nacional y el otro para el extranjero, aunque uno sea un lugar de ocio tranquilo y el otro… algo más animado. Coger un coche aquí, aparte del estrés de llegar con seguridad ante tantos coches de alquiler distraídos o delincuentes que se apresuran más de lo debido pensando que pueden llegar unos minutos antes, es un ejercicio de paciencia sin precedentes porque somos tantos, los que vivimos aquí y los que vienen, que, nos guste o no, apenas hay sitio para todos y faltan las infraestructuras necesarias.
Así que, si alguno de mis muchos amigos fotógrafos me está leyendo, todos ellos muy buenos y que también sufren mucho cuando llega la temporada, quizá sea el momento de centrarse en estas instantáneas. Las puestas de sol de la isla ya son conocidas, nuestras playas son una referencia mundial porque las vendemos como lo que no son, y nuestros restaurantes son una referencia gastronómica si tienes el dinero que cuesta vivir en muchos de ellos un viaje y una experiencia gastronómica, pero realmente creo que nuestras colas y atascos no están suficientemente explotados como se merecen en términos de imagen.
Si lo piensas bien, tienen muchas posibilidades porque se pueden hacer muchas promociones de modelos de vehículos y marcas, con buen ojo puedes inmortalizar guapos, feos, delgados, gordos o en algún punto intermedio en situaciones muy diferentes, y además, la mayoría de ellos llevan muchos modelos de ropa de marca para etiquetar en las redes sociales. Además, no tendrán que aparcar pagando el ticket de la zona azul hasta horas intempestivas, porque con el tiempo que tienen pueden bajarse del coche, pararlo y hacer las fotos que quieran. No sé tú, pero yo veo todas las ventajas. E incluso, desde el principio, ya he pensado en un título estelar para vender el proyecto: Ibiza, paraíso de las colas y los atascos. ¿No suena genial?

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Y para profundizar en el tema aquí la
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Periodista en Gaceta Balear

Marc García es un periodista español que lleva más de 30 años trabajando en el campo del periodismo. Ha trabajado como periodista en varios medios de comunicación, como la televisión, la radio y la prensa escrita. También ha trabajado como periodista independiente.

Marc García estudió periodismo en la Universitat Pompeu en Barcelona. Tras sus estudios, comenzó a trabajar como periodista en el diario El Mundo. Después trabajó como reportero en el canal de televisión Antena 3.

En 2006, Marc García comenzó a trabajar como periodista independiente. Ha escrito artículos para varios periódicos y revistas, como El País, El Periódico, y La Vanguardia. También ha escrito artículos para la página web del periódico español El País.

En 2011, Marc García ganó el Premio Nacional de Periodismo por su trabajo como periodista independiente.

Actualmente, Marc García trabaja como periodista en el diario GacetaBalear. También es periodista independiente y escribe artículos para varios periódicos y revistas.

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