copa del rey de balonmano HC Eivissa Torrelavega

El equipo de Eugenio Tilves mostró muchas bazas durante un primer tiempo en el que prácticamente siempre dominó. Solo en el tramo final vio una ventaja reducida de tres goles, pero en términos generales fue mejor que su rival. Gran parte de la culpa la tuvo Juan Gamallo de que los ibicencos siguieran dominando el marcador gracias a algunas paradas dignas.

El encuentro enfrentó pronto a los pitiusos. Javier Espinosa rompió la lata a los 30 segundos y su equipo se escapó rápidamente con dos goles (3-1, min. 4). El HC Eivissa encontró rincones con soltura, donde Diego Prada en particular inspiró este inicio.

A los diez minutos, Facundo estaba descartado y Marc Torres hacía el 8-6 ​​con un lanzamiento de siete metros. Los locales no supieron aprovechar su superioridad numérica. Los cántabros recuperaron su séptimo hombre y esos dos goles quedaron atrás, pero una nueva exclusión inmediatamente después, esta vez en la visita de Fernández, con siete metros incluidos, permitió a los de Tilves disparar en el marcador (9-6, min. 13). .

Pasado el cuarto de hora, Marc Torres tuvo una oportunidad de oro para hacer frente a la lesión de Torrelavega, un disparo de siete metros que se fue por encima del larguero. Dicen que el que perdona al final paga y así le pasó al conjunto celeste, que vio cómo su rival reducía la distancia y acabó remontándose a tres minutos del final por Colunga (12 -13). La exclusión de Krook a 37 segundos del final, en una acción en la que cometió un penalti que se convirtió en gol (13-14), complicó las cosas, pero Sanz golpeó la bocina para alegrar a la grada y empatar la contienda. antes de que ambos equipos fueran al vestuario.

El partido estaba vivo, pero la inferioridad numérica empezó a pasar factura tras el feriado. En poco más de un minuto los cántabros ya se adelantaban con dos goles (14-16), su máxima renta. Los ibicencos no tiraron la toalla (16-17, min. 35), pero a los diez minutos estaban cuatro goles abajo (16-20, min. 40).

Los visitantes disfrutaron de un máximo inicial de seis goles (18-24, min. 50) y nunca más fueron atrapados. Aplicaron su condición de equipo de Asobal para mantener una buena distancia y embolsar el pase.