Las piscinas cobraron dos muertos la temporada pasada en Menorca, y en las playas un muerto fue en la arena y los socorristas pudieron rescatar a otras quince personas que habían sufrido un ahogamiento. Un total de 77 rescates fueron realizados por profesionales del servicio de vigilancia y primeros auxilios del litoral menorquín, a los que asistieron 51 incidentes graves y otros 51 traslados a centros de socorro. El número de socorristas aumentó de 56 empleados en 2020 a 74 el verano pasado, lo que refleja un aumento del 32 por ciento en la fuerza laboral. El número de muertes por ahogamiento en piscinas fue el doble que el número de personas ahogadas en el mar, y también fue superior al registrado en el resto de islas: en Mallorca una persona murió ahogada en piscinas y en Eivissa y en Formentera no hubo víctimas por esta causa.
En las playas insulares, según el Ministerio de la Presidencia, Función Pública e Igualdad, fallecieron 24 personas, 14 más respecto a 2020 y cinco más que en 2019. Para la vigilancia de aglomeraciones playeras por la pandemia, los socorristas de la comunidad autónoma intervinieron esta temporada el 981 ocasiones y activó los dispositivos de control de acceso y cerró los bancos de arena en aquellos casos en que fue necesario por razones de seguridad.
Rescates
Según los datos dados a conocer por las tripulaciones de la playa, la mayoría de los rescates se debieron a las corrientes, un total de 589 en Baleares, y las olas ubicadas a lo lejos, con 151 rescates. Hay otras causas de incidentes no especificados, 189, pero más de un centenar de desgracias ocurrieron en el mar (103) porque los bañistas se alejaron demasiado de la costa.
Otro dato que muestra el recuerdo son las medusas, que sumaron 32.169 en las playas de las Islas Baleares, mientras que 1.153 personas fueron atendidas por picadura de pez araña y otros animales marinos atendieron un total de 1.953 baterías. La tasa de incidentes en la temporada 2021 fue de 3,25 incidentes por día.