Los precios de los alimentos acumulan seis años consecutivos de subidas en Baleares, causando no pocos problemas a las economías nacionales. Hacer la compra se ha convertido en un auténtico calvario para los consumidores y muchos ya se han visto obligados a reducir el consumo de determinados productos y algunos incluso han tenido que eliminarlos.
Lo más preocupante es que las subidas de los dos últimos años son de dos cifras, según el presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentación y Bebidas de Baleares, Bartolomé Servera. El INE publicó que el pasado mes de julio el coste de los alimentos aumentó un 11,3%, a lo que hay que añadir el 12,10% del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, en años anteriores el incremento fue mucho menor: 2,1% en 2021; 1,8% en 2020; 0,4% en 2019 y 1,5% en 2018. En cambio, en 2017 disminuyeron un 2%.
Los productos que más han subido en los últimos seis años, entre los analizados por el INE, son el azúcar (46,80%), la carne de ovino (43,80%), la leche (40,60%) y el agua mineral, los refrescos y los zumos de frutas (40,3%). También aumentaron significativamente los precios de los aceites y grasas (37,10%), las frutas frescas (36,90%), las hortalizas frescas (35,10%), los huevos (35%), los cereales y derivados (33,10%) y los productos lácteos (30,90%). Al final de esta noticia encontrarás una tabla completa con la evolución del valor de los principales productos alimenticios.
Dificultades para comer bien
El presidente de la asociación de consumidores Consubal, Alfonso Rodríguez, afirma que «comer bien en Baleares es cada vez más difícil. Mantener una dieta saludable es una hazaña que afecta principalmente a las familias con menos recursos. Es necesario poner en marcha políticas de ayuda a las familias para que puedan disponer de una cesta de la compra saludable a precios asequibles’.
Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, afirma que «el aumento de los precios de los alimentos es uno de los aspectos más perjudiciales de la inflación para los hogares». Por ello, defiende que «luchar contra la inflación es luchar contra la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos», ya que considera que la inflación es «un impuesto oculto impuesto por los mercados que nadie ha votado». Además, es una segunda ronda de inflación, ya que está gravada por el IVA, que no tiene en cuenta el nivel de renta del consumidor».
El director de mercados de SDC Analistas, Luis García Langa, explica que ‘la alimentación es uno de los valores más volátiles y difíciles de predecir: como cualquier bien, tenemos demanda y oferta. La demanda es muy inelástica, es decir, los hogares tienen que comer. Por eso, aunque suba el precio, tendrán que seguir comprando. Está claro que hay alimentos con una demanda más elástica que otros (que el consumidor no comprará si suben los precios), pero en general, la oferta es la que manda». Reconoce que «esto ya es un problema para el consumidor, pero a ello hay que añadir que la oferta (productores y distribuidores) está expuesta a las condiciones climáticas (sequías, inundaciones, heladas) e incluso a los conflictos armados, que pueden reducir la oferta y hacer subir los precios».
¿Bajarán los precios?
El Banco Central Europeo (BCE) está subiendo los tipos de interés para contener la inflación. En España se está moderando, aunque subió ligeramente en julio, pero los precios de los alimentos siguen subiendo. ¿Volverán a bajar los precios? El presidente de Consubal es claro: «los precios subirán sin duda al menos en los próximos meses. El aumento del precio de los carburantes afectará a los precios a corto plazo». En su opinión, los productos que se encarecerán son el aceite de oliva, los huevos y la carne.
El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentación y Bebidas de Baleares también prevé un aumento del precio de los productos alimentarios, especialmente del aceite de oliva y el arroz. Hasta que no se estabilicen los precios en origen, tendremos este problema», señala. Añade que la sequía está influyendo mucho en el aumento de estos productos. El Director de Mercado de DSC Analistas sostiene que «precisamente por la inelasticidad de la demanda, es difícil que el precio baje mucho. El aumento de la inflación en general, y de la inflación alimentaria en particular, ya nos ha empobrecido. La esperanza es que aumente a un ritmo más lento que en los últimos meses, pero la bajada será más limitada, si es que se produce, hablando de nuevo de los alimentos en general».