Las Islas Baleares miran a la derecha. A una semana de las elecciones, una semana que podría ser decisiva, los votos de PP y Vox sumarían los 30 escaños que constituyen la mayoría en el Parlamento. La izquierda perdería el gobierno y ni Cs ni PI entrarían en la cámara legislativa, aunque este último se quedaría a las puertas del Parlamento con el 4,1% de los votos. Estos son los principales titulares de la encuesta realizada por el Instituto de Estudios Sociales de Baleares (IBES) para Última Hora, que no deja lugar a dudas: la derecha podría gobernar la Comunitat si PP y Vox encuentran un acuerdo.
Dos factores convergen para producir este resultado: el primero es que PSIB y Podemos pierden terreno en las islas. Los socialistas pierden dos escaños, uno en Mallorca y otro en Eivissa, mientras que Podemos pierde uno en Menorca. Esto dejaría a todo el bloque de izquierdas con 29 diputados, insuficientes para mantener el gobierno autonómico. El segundo factor que consolidaría el giro político en las islas es el ascenso del PP y Vox gracias a la reagrupación del voto de derechas. Cs desaparecería y sus actuales cinco diputados se repartirían entre los dos partidos de derechas. El partido liderado por Patricia Guasp no tiene ninguna posibilidad de entrar en el Parlamento en ninguna de las tres islas. En Mallorca sólo obtendría el 3% de los votos.
El PI, el otro partido de centro-derecha, se juega su suerte en la campaña electoral de esta semana. Las encuestas le dan un 4,1% de los votos, lo que le dejaría a las puertas del Parlamento, ya que la ley electoral estipula que se necesita al menos un 5% de los votos para obtener representación.
En cuanto a los partidos, el PP es el que más se beneficiaría del voto de los antiguos Cs. Marga Prohens recupera el liderazgo y los ‘populares’ consiguen ser el partido más votado en Baleares, pasando de 16 a 23 diputados. En Mallorca gana cuatro, en Menorca dos representantes y en Eivissa un diputado más. El resultado en esta isla es espectacular y la encuesta le da más del 46% de los votos.
La otra cara de la moneda es el PSIB. No se ha hundido, pero ha caído, y esta caída de sólo dos puntos porcentuales -del 27,34% al 25,2%- no le permitiría gobernar. El resultado final es que perdería dos diputados, uno en Mallorca y otro en Menorca; sus actuales 19 escaños en el Parlamento bajarían a 17 en estas elecciones. Tras ganar el primer puesto en 2019, el PSIB vuelve a quedar en segundo lugar.
Vox sería el partido que más mejoraría en estas elecciones. Podría convertirse en la tercera fuerza más votada, con el 14,4% del total de votos. Mejora sus resultados en todas las islas, pero es en Mallorca donde destaca. La lista de Jorge Campos duplicó su representación en la isla, pasando de 3 a 6 escaños. En Eivissa obtuvo un escaño, pero el empuje del PP contuvo su avance, mientras que en Menorca no logró representación, aunque estuvo cerca.
Podemos es, junto con el PSIB, el otro partido de izquierdas que perdería escaños. Bajaría de seis a cinco diputados, la mitad de los obtenidos en 2015, en las primeras elecciones en las que participó. En Mallorca reduce su porcentaje, pero mantiene sus tres escaños; en Menorca pierde uno y en Eivissa consolida su escaño. Més, tanto en Mallorca como en Menorca, es el único partido de izquierdas que no baja. Conserva sus cuatro escaños en Mallorca y dos en Menorca.
En cuanto a las elecciones municipales, Mallorca también pasaría a la derecha: PP y Vox sumarían 17 concejales, mayoría absoluta, con 11 para el PP y 6 para Vox. El PSIB perdería un concejal y la izquierda se quedaría sin opciones de gobierno. Vox doblaría el resultado; Més y Podemos resistirían, mientras que PI y Cs no alcanzarían representación.
El PP ganaría las elecciones al Consell de Menorca, pero sus 5 concejales no son suficientes para gobernar. El PSIB podría repetir mandato con sus cuatro concejales más los tres de Més per Menorca y Podemos. Cs pierde un concejal, que se pasa al PP, y Vox no entraría. En Eivissa, el ‘popular’ Vicent Marí obtendría mayoría absoluta y podría gobernar en solitario con siete escaños. Vox ganaría el concejal que estaba en manos de Cs y Podemos perdería un representante en la institución y se quedaría con un concejal. El PSIB mantendría los cuatro concejales actuales.
Abstención
El descenso del voto de la izquierda demuestra que sus votantes acudirán a las urnas en menor medida que los de la derecha. En otras palabras, la abstención perjudicará más al gobierno actual que a los que aspiran a gobernar, con la excepción de Més, cuyas expectativas de voto se mantienen casi intactas. Los resultados de las encuestas certifican que hay una mayor movilización entre los partidos de derechas y que hay más ilusión por votar que hace cuatro años, mientras que en la izquierda hay menos entusiasmo. En el caso de Podemos, pueden haber influido las disputas en Madrid entre la dirección del partido y la concurrencia de otras formaciones en torno a Yolanda Díaz.